En la exposición que hoy presentamos podemos contemplar una serie de trabajos de los alumnos del Ciclo de Alfarería que abarcan un amplio espectro estético, desde objetos funcionales, ornamentales o expresivos. Su variedad es muy amplia, pero todos tienen una característica en común: la conformación en el torno de alfarero.
Fotografía panorámica de la Sala: José Muñoz
El estudio de las relaciones entre la forma, el color, la textura o el volumen da lugar a la creación de piezas cerámicas como jarras, tazas, platos, donde estos elementos compositivos establecen una sintaxis precisa determinada por la función.
Pero con las formas creadas en el torno también se configuran un repertorio de volúmenes tan amplio como puede ser la creatividad del artista, de esta forma jugando con la concavidad y la convexidad, la transformación y modificación de cuencos pueden crearse toda una serie de esculturas que recreen el mundo animal, como pájaros, peces y mamíferos que se nos presentan desde estas coordenadas.
La Alfarería ha dejado de ser en nuestra Escuela una artesanía dedicada únicamente a realizar objetos utilitarios, para ser un medio de expresión personal con un carácter propio que le da el material y el procedimiento; no hay solo función sino también expresión. Expresión que salpica la superficie de las piezas, manchando el conjunto de platos como si fuese la piel de un animal mitológico.
La cerámica se ha concebido siempre como un conjunto de objetos contenedores, como recipientes de almacenaje, aunque aquí encontramos otras piezas expuestas que mantienen la misma función de contener, pero se ha cambiado el contenido. Ya no son productos tradicionales, sino que ahora almacenamos luz; contenemos la luz en formas marinas de medusas y erizos, como no podía ser de otra manera en esta ciudad tan mediterránea como es Málaga.
En las obras expuestas dialogan el ayer de nuestros orígenes culturales, con el hoy de nuestra más presente cotidianeidad, lo más clásico de la cerámica griega se conjuga con los procesos creativos de las vanguardias artísticas, aunando el contorno y el color heredados de la tradición griega, con fragmentos de nuestro entorno, donde cremalleras, tijeras o peinetas cambian su función, o más bien dejan de tener la función para las que fueron creadas adquiriendo un nuevo significado al incorporarse como elementos complementarios de las vasijas.
La instalación de los peces nos permite entrar en un espacio acuático y onírico, sumergirnos en un mundo subjetivo que continúa también al otro lado del espejo. Como en el mundo de Alicia podemos recorrer este mundo de maravillas donde la arcilla se ha transmutado en formas que flotan y palpitan, se retuercen y se relacionan, configurando peces que nos hablarán si estamos atentos.
Invertimos también las direcciones convencionales: el jardín ya no es un concepto horizontal, es también vertical, plantas y flores recorren las paredes de la exposición sujetas en pequeños cuencos que recuerdan la concavidad de dos manos unidas para recoger o recibir el fruto de la tierra. Variedad de plantas construyen este jardín, con la misma riqueza que las formas que las sostienen.
El autor del texto de esta entrada es Jesús Rosa Rodríguez, profesor de Volumen y Jefe de Departamento de Cerámica.
7 respuestas a Exposición «TALLER DE ALFARERÍA». Escuela de Arte San Telmo