Proyecto de Cerámica. ME VISTE ¿ME VISTE? ¡ME VISTE!

Dentro del módulo de Proyecto integrado, la alumna Anna Pothitou, presenta este curso 2012-13, el proyecto titulado: Me viste, ¿Me viste?, ¡Me viste!                                                   Es un vestido de fiesta en blanco y negro realizado en porcelana negra y gres blanco.

Los objetivos de este proyecto son:                                                                                     Realizar una escultura cerámica mediante la técnica de placas.                                           Representar un vestido compuesto de una falda blanca y un corpiño negro.                 Sugerir la metamorfosis del barro hacia un vestido de gala que complementa el cuerpo humano en una recíproca relación de embellecimiento

Un recorrido histórico-artístico nos conduce a las siguientes reflexiones: el vestido, nuestra segunda piel, aparte de proteger el cuerpo humano de las circunstancias climáticas, se convierte en un elemento inseparable de él. Se  transforma según las épocas, los gustos personales y las tendencias de la moda. Actúa como un lenguaje y transmite información sobre el portador, información personal, económica y social.

                                             Multitud de diseñadores de moda y otros creadores han presentado a lo largo del siglo XX y en nuestros días vestidos hechos de materiales diversos e inusuales, que no suelen emplearse en la confección de ropa en su concepción habitual. El barro, el material empleado para la creación de este vestido.

En nuestro caso, la metamorfosis del barro nos conducirá a la expresión de la elegancia a través de líneas geométricas sencillas (círculo, cuadrado y rectángulo), pues en la sencillez se halla la belleza. Es inevitable recordar la imagen de la metamorfosis completa: de huevo a oruga, de oruga a crisálida, de crisálida a mariposa, un insecto de belleza singular, inofensivo, que desempeña un papel importante en la reproducción de las plantas, ya que fecunda a la flor que visita con el polen que lleva adherido a su cuerpo. Tal vez por eso se relaciona tanto con la imagen de la mujer.

El concepto de intercambio nos guiará para formar una imagen completa del cuerpo humano y su vestido de barro como un todo inseparable. El cuerpo presta su forma al barro y se ofrece como soporte para que destaque la combinación de los trozos cocidos y esmaltados que componen el vestido. Por otro lado, el barro sirve para cubrir-vestir-envolver-embellecer-completar al cuerpo humano, creando una imagen de plenitud. Estos dos elementos, barro y cuerpo, son frágiles, desechables y cambiantes.

El cuerpo crece, envejece retorna a la tierra, y sufre así su metamorfosis final convirtiéndose en barro (“polvo eres y al polvo volverás”). El vestido por sí solo, sin el cuerpo, queda vacío. Del mismo modo, el cuerpo sin el vestido pierde valor estético. Un elemento se sirve del otro para alcanzar el resultado final de belleza y elegancia.